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Es viernes por la noche en el complejo Avellaneda, unos jóvenes de no más de 20 años juegan fútbol en una cancha de parqué.
“Sí, el fútbol 5 es lo mejor, eso del fútbol 11, cancha grande, ya no va más amigo, déjalo para Messi y Cristiano”. Ese es el motivo por el que Facundo Reynoso prefiere jugar en espacios reducidos. Estudia educación física, tiene 19 años y sus amigos, entre risas, me dicen que no se cansa nunca.
Hay tres equipos, dos en cancha, y uno que espera por jugar.
“Los triangulares de los viernes se juegan en serio”, dice Patricio, compañero de equipo de Reynoso. “Controlamos siete minutos o dos goles, así se juega aquí, eso es intocable” afirma.
Hay algo que llama la atención. Mientras esperan su turno, los cinco jugadores de unos veinteypocos están todos con el celular en la mano, casi como si fuera una extensión de su cuerpo, no lo sueltan. Uno de ellos reniega y maldice por no haber ido a pagar al rapipago la cuenta del celular “estaría trasmitiendo en vivo si tuviera internet” les dice a sus amigos.
Algunos en Twitter, otros en Instagram o WhatsAap. No dejan el celular, ni siquiera apartan sus ojos de su Smartphone para ver el partido que se está jugando frente a sus narices.
El cronometro suena, “listo, siete minutos, vamos, dejen esa mierda” les dice facundo con aires de capitán a sus compañeros.
Todos se levantan excepto unos de ellos, “Que alguien del otro equipo entre por mí, el próximo lo juego”. Agustín prefirió no jugar y quedarse en “Insta”, es decir cayó en las redes, en las redes sociales, falsamente llamadas sociales.
El consumo de las redes sociales crece de manera exponencial, y no solo determina la identidad y el sistema de valores de los adolecentes, si no que representa una de las actividades en la que mas “gastan” su tiempo.
La agencia de marketing MediaKix realizo una medición, en la que estiman la cantidad de tiempo que las personas utilizan a lo largo de su vida para estar en las redes sociales. Arrojó los siguientes datos:
Tiempo utilizado en redes sociales a lo largo de la vida:
- Youtube: 1 año y 10 meses
- Facebook: 1 año y 7 meses
- Snapchat. 1 año y 2 meses
- Instagram: 8 meses
- Twitter: 18 días
La sumatoria final daría un resultado de más de cinco años, y entonces descubrimos que las redes sociales son las que incitan a no abandonar los celulares. Y quizá creamos que estamos más conectados y no lo estemos, y quizá también, cuando nos demos cuenta, la vida nos haya pasado.
Por: Leopoldo Silva
