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En el marco del Día Mundial del Tai Chi, que se celebra todos los años el
último sábado de abril, un grupo de maestros y alumnos practicantes de
PaKua, se reunió el sábado 28 en la plaza San Martin y en la rotonda de Yerba
Buena, a dictar clases gratuitas al público. El fin es que conozcan, participen y
prueben esta disciplina -ya que no hay mucho acceso a ella- e invitarlos a que
se integren a los diversos recintos: Tafí Viejo, Yerba Buena, Banda del río Salí,
Capital, Leales y Altos de Medina.
Este grupo, junto a todos los practicantes de Tucumán, es parte de la
Federación Mundial de PaKua, con sede central en esta provincia. Esto se
debe a que el maestro fundador de la federación, Roberto Lamarque, es
tucumano.
Uno de los maestros, que se encontraba en la plaza San Martin, es Daniel
Schiavone. Él tiene 38 años, hace 17 que practica esta actividad y ya es
maestro. Su escuela está ubicada en Las Piedras 48, y con otro maestro, Víctor
Oscar Díaz, dictan clases ahí. Lo que lo llevó a realizar esta actividad fueron
las películas sobre artes marciales, ya que, además de practicar Tai Chi, el
PaKua es muy completo en ese ámbito. “Cuando iba al colegio veía muchas
películas sobre artes marciales, me interesaba mucho esa parte mística que
tienen, dónde el maestro te llevaba a entrenar duro. Esto, junto con la filosofía
Oriental, fue lo que me brindó el PaKua” cuenta orgulloso y con cierto brillo en
los ojos.
Al comenzar a practicarlo descubrió que superaba sus expectativas y
decidió dedicarle su vida. “Me recibí de procurador y comencé a trabajar pero
dije no, me quedo dándole clases a los niños en vez de estar metido en
tribunales. Era como mi lado opuesto, el ying y el yang” dice contento. Hoy
busca que la gente pueda realizar esta disciplina que da una nueva perspectiva
de la vida y enseña a cuidar de uno mismo y de los compañeros.
Todo lo aprendido en los entrenamientos se traslada a la cotidianidad. “Con el tiempo
se transforma en la vida entera, la vida misma” afirma apasionadamente.
Para practicar PaKua no hay un límite de edad, se puede comenzar desde los
3 años hasta la edad que se quiera, y tampoco se requiere de condiciones
físicas específicas.
Además, genera muchos beneficios para la salud, tanto física como psíquica. Lo importante no es el arte marcial en sí, sino lo que te
enseña: compartir, respeto a los compañeros, disciplina, paciencia para
transitar las diferentes etapas de la vida, entrenar duro para cumplir metas.
También se trabaja mucho los miedos y las emociones. “Yo me siento
privilegiado al vivir de lo que me gusta, no todo el mundo se puede dar ese lujo.
No tengo hijos pero cuando tenga me encantaría que practiquen PaKua, quien
practica es diferente ante la sociedad, cuida el medio ambiente y a las demás
personas, no adquiere vicios ni malos hábitos. Un chico que hace artes
marciales sale de la droga, deja de robar; hay alumnos que se recuperaron de
situaciones muy feas. Esto te genera autocontrol y te vas redescubriendo, el
objetivo es conocerte” dice Daniel con aires de maestro.
Esta vez fue la plaza San Martín el punto de encuentro para celebrar el Día
Mundial del Tai Chi, pero su idea es reunirse todos los sábados por la tarde a
practicar yoga, artes marciales o, simplemente, compartir unos mates. “Algo
muy lindo de esta actividad es practicar y compartir con la diversidad, aprendes
a manejarte y adaptarte perdiendo la vergüenza o el miedo. Lo que tiene
PaKua es un aprendizaje natural, en una familia te crías aprendiendo los
modismos de tus viejos porque lo mamaste desde bebé, aquí alguien se para al
frente haciendo los movimientos y uno trata de imitarlo. Es difícil que un
maestro te diga que estás haciendo algo mal y eso te quita presión, el papel de
los maestros es muy importante porque van orientando a los alumnos por el
camino pakuano” cuenta el maestro.
En capital hay diversos recintos ubicados en: 24 de septiembre 1147 (sede
central), Congreso 350, Las piedras 48 y 1648, Virgen de la Merced 675 y
Belgrano 2005.
Por: Julio Villamil
